La encuadernación japonesa es una de las técnicas más antiguas y, al mismo tiempo, más vigentes dentro del mundo artesanal. Su característica principal es la costura expuesta en el lomo, que no solo asegura las páginas, sino que también se convierte en parte del diseño.
En este artículo te contaré cómo nació esta técnica, qué la hace única y cómo la adapto con materiales reutilizados para crear piezas contemporáneas, sustentables y llenas de identidad.
La encuadernación japonesa, también conocida como “Stab Binding”, se originó en Asia hace más de mil años. Era utilizada para unir textos religiosos, manuscritos y obras literarias.
Su filosofía se basa en la sencillez y la armonía, dos principios muy ligados a la cultura japonesa, donde el objeto debe ser funcional pero también bello.
Las hojas se perforan en bloque cerca del lomo.
Se cosen con hilos fuertes, generalmente de algodón, lino o seda.
La costura queda expuesta en el exterior y puede adoptar distintos patrones (recto, cruzado, en rombos).
Permite abrir el cuaderno solo hasta cierto ángulo, por lo que es ideal para proyectos de notas, bocetos o diarios.
Hoy en día, la encuadernación japonesa se usa en:
Cuadernos y libretas de uso personal.
Álbumes fotográficos de tamaño mediano.
Planners y diarios creativos, cuando el diseño exterior es tan importante como la función.
Su estética limpia y decorativa la convierte en un favorito de quienes buscan un objeto artesanal pero con un aire moderno.
Lo que diferencia mis piezas es la incorporación de materiales reciclados y reutilizados en las tapas:
Retazos de tela, cuero y ecocuero: cada corte se transforma en un detalle único.
Cuero plástico (hecho con termofusión de bolsas): aporta textura y resistencia.
Madera de alerce reciclada: tapas sólidas que contrastan con la delicadeza del cosido.
Técnicas decorativas como decoupage, bordado sashiko o patrones con cintas que personalizan cada cuaderno.
Para las páginas interiores utilizo distintos papeles según el proyecto: bond, kraft, ahuesado o ecológico, en diversos gramajes y tamaños.
Si quieres iniciarte, comienza con papel bond de 90 g y tapas de cartón forrado.
Usa hilos de algodón encerado: deslizan mejor y son más resistentes.
Experimenta con tapas recicladas (por ejemplo, retazos de tela o jeans viejos).
Prueba diferentes patrones de costura: incluso un simple rombo cambia por completo el aspecto final.
La encuadernación japonesa es mucho más que un método para unir páginas: es una forma de rendir homenaje a la tradición, al minimalismo y a la belleza de lo simple. Al combinarla con materiales reutilizados, cada cuaderno se transforma en una pieza contemporánea, única y sustentable.
Déjame un comentario contándome qué materiales te gustaría ver en un cuaderno hecho con esta técnica.
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